Un instante de tu día siempre puede ser enriquecido con una buena lectura espiritual, date ese regalo cotidiano para que tu mente y tu corazón se llenen de un mensaje de fe y de esperanza.
“Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos” Mc 13, 36
“Yo se los digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos o de los maestros de la ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los cielos” Mt.5,20
“Pidan y seles dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta” Mt.7,7
Jesús es el mismo ayer hoy y siempre.
Esta fiesta es expresión de la fe de la Iglesia en el triunfo final de Jesús y en la felicidad eterna de su reino. Pero, ¿quién participará de esta vida eterna? ¿Quiénes podrán gozar con Jesús de la maravilla de su reino?
Siendo así, pienso que podemos identificar a este hombre que partió para un viaje con Jesucristo. Él, después de su Ascensión, nos entregó la misión de continuar su obra en el mundo. Nos dejó sus bienes, esto es, la Iglesia. En ella, cada uno de nosotros está invitado a poner a disposición sus propias capacidades para que, realizándonos como persona, colaboremos para hacerla crecer.
La iglesia aprovecha este clima de culminación del año litúrgico, para ayudarnos a pensar en el fin de nuestra vida terrena, y como recién celebramos el día de las ánimas, pienso que este tema está muy fresco en todos nosotros.
La primera cosa que me llama la atención es que Jesús no desautoriza lapredicación de ellos. Jesús no dice: “No escuchen a los fariseos, porque ellosson incoherentes.” Jesús reconoce que lo que dicen es justo y por eso afirma:“Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen.”
La intención de los fariseos se manifiesta con esta pregunta, aunque buena e interesante, en verdad, quiere ser una trampa para hacer caer a Jesús. Esto nos hace pensar que pueden existir motivos diversos por los cuales nosotros podemos hacer una pregunta.
Más allá de las razones socio-políticas que llevaron a Jesús a proclamar esta máxima, dejando contento a todos, queremos meditar sobre su sentido en nuestra vida actual. En la época de Jesús, han quedado contentos los que creían que se deberían pagar fielmente los impuestos al Imperio Romano, pues efectivamente la moneda corriente tenía la marca de César; como aquellos que creían que el pueblo de Israel, liberado por Dios de Egipto, debía un tributo por la tierra y la producción sólo a Dios mismo, sin tener que pagar nada al imperio extranjero.
El evangelio que este domingo la Iglesia nos regala, es muy significativo y tiene una gran enseñanza muy profunda para todos nosotros. Seguramente ya lo hemos escuchado muchas veces. Es la parábola del banquete nupcial del hijo del Rey.
De hecho, vemos que existen dos pareceres diferentes sobre la misma cosa: el envío del hijo del dueño. Su padre cree que siendo su propio hijo los trabajadores de su viña le van a respetar, ellos sin embargo creen que es mejor matarlo justamente porque es el hijo del dueño. Esta doble interpretación nos da la ocasión de reflexionar sobre una de las doctrinas más firmes en los últimos tiempos: todos tienen el derecho de tener una propia opinión.
Jesús cuenta una parábola en que un padre pide a los dos hijos que vayan a trabajar en su viña: el primero dice que no al padre, pero después se arrepiente y trabaja, el segundo le dice muy pronto sí, pero en la viña nunca apareció. Y Jesús entonces pregunta: ¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad del Padre?
“Cuídense de lalevadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Lc 12, 1
“¡Ay de ustedes,doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia!”. Lc 11, 52
“En las ciudades…curen a sus enfermos y digan a la gente: «El Reino de Dios está cerca deustedes»”. Lc 10, 9
“Así son ustedes,los fariseos purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenosde voracidad y perfidia”. Lc, 11, 39
“Jesús es másque Salomón y más que Jonás”. cf. Lc 11, 31-32
“Los servidoressalieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos,y la sala nupcial se llenó de convidados”. Mt 22, 10
“Felices los queescuchan la Palabra de Dios y la practican”. Lc 11, 28
“El que no estáconmigo, está en contra de mí; y el que no recoge conmigo, desparrama”. Lc 11, 23
“Pidan y se lesdará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá”. Lc 11, 9
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“María a los piesdel Señor escuchaba su Palabra. Marta estaba muy ocupada...”. Lc 10, 39-40
Reflexión del Evangelio del Día.
Reflexión del Evangelio del Día.
Reflexión del Evangelio del Día.
Reflexión del Evangelio del día.
Reflexión del Evangelio del Día.
¡Paz y Bien! El evangelio de hoy nos recuerda que así como las lámparas tienen la función de alumbrar en la oscuridad, nuestra vida entregada a Jesús, debe iluminar las realidades cotidianas por las que pasamos. Que la vivencia profunda de nuestra fe nos ayude a ser luz para el mundo, una señal de Dios para quienes nos rodean. ¡Feliz jornada!
¡Paz y Bien! Todos los días, Dios llama a hombres y mujeres que quieran trabajar en su viña... para él, cada uno tiene un papel importante, una misión. De hecho, el tiene un sueño y anhela que le demos el sí. Escuchemos hoy su llamado. Seamos obedientes y dejémonos amar por él. Hoy es un día genial para comprometernos más con su propuesta de vida. ¡Bendiciones!
¡Paz y Bien! Con mucha alegría, recordamos hoy a San Pío de Pietrelcina, este santo capuchino que llevó en su cuerpo las marcas de la pasión y que realizó -y sigue realizando- tantos prodigios. Pidamos su intercesión.. y como él, predispongamos el corazón para que Dios habite en él y nos haga caminar hacia la santidad. ¡Bendecida jornada!
¡Paz y Bien! Jesús nos ama profunda e infinitamente... para él todos somos importantes. Hoy el evangelio nos recuerda que en su misión lo acompañaban varias mujeres... de hecho, hasta hoy ellas aportan muchísimo en las Iglesias. Al leer este texto vayamos más allá de quedarnos en género y detengámonos en el amor y la salvación que el Señor ofrece a todos. ¡Feliz jornada!
¡Paz y Bien! La vida tiene sus momentos de alegría y tristeza; tiene sus altibajos... y aunque pasemos por tormentas, la gracia de Dios siempre nos acompaña. Es por eso que el Evangelio de hoy nos invita a abrir los ojos y reconocer que Jesús siempre está a nuestro lado, que la felicidad y fuerza que él nos trae nos ayude a caminar con firmeza hacia el cielo prometido. ¡Feliz jornada!
¡Paz y Bien! Jesús, al Encarnarse y tomar nuestra condición, nos demostró su amor insondable. Ese mismo Jesús nos acompaña siempre... siempre está visitando a su Pueblo amado. Abramos nuestro corazón para percibir su presencia y dejarnos nutrir por la gracia de su Espíritu. Reconozcámoslo como nuestro Señor y Dios, como a nuestro Salvador! ¡Bendecida jornada!
«Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos y le dijo: “Sígueme”». Mt 9, 9 Acompañanos a reflexionar este pasaje del Evangelio
Paz y bien! Una de las señales de que realmente somos discípulos de Jesús es la vivencia del amor al prójimo. De hecho, la propia Palabra dirá que no podemos amar al Señor y desentendernos del prójimo. Escuchemos lo que nos manda Jesús: "amarnos los unos a los otros" y realicémoslo con alegría, sencillez y entrega generosa.
Paz y bien! El amor de Jesús está presente siempre... es una llama que sentimos en el interior de nuestro corazón. Pero ¡qué importante es que cada día reavivemos la llama de su Espíritu que vive en nosotros! Hagámoslo con una oración sencilla, con el silencio contemplativo, con la lectura y meditación de la Palabra. Hoy podemos sentirlo más presente si nos conectamos con esa llama de amor. Permanezcamos en él.
Muchas veces pedimos que la vida en el Espíritu florezca y dé frutos concretos en nosotros. Eso es imposible sin experimentar las "podas" que la vida misma trae. Ante las pruebas, ante el dolor o la pérdida, permanezcamos en la fe y ciertamente, los frutos del Espíritu vendrán en abundancia.
La paz verdadera no se da por ausencia de conflictos. Al contrario, la paz que Jesús trae a sus discípulos -aquella que sí es verdadera- es aquella que surge desde una vivencia concreta del amor a Dios y al prójimo. Seamos pues, canales de esa paz que viene de lo alto. A eso estamos llamados!
Una de las señales más grande de un verdadero amor es la fidelidad. De hecho hoy Jesús nos dice que si realmente lo amamos, seremos fieles y meticulosos; nos esforzaremos para poder obrar según su voluntad. Abramos nuestro corazón al amor de Dios y dejemos que él nos ayude a permanecer fieles.
Cuando el Señor nos envía a una misión, nos confirma que estamos en el camino cierto con prodigios a veces simples y a veces mayores. Reconozcamos la gran fuerza de caminar con Jesús, en su nombre confiemos y su Espíritu hará maravillas.
En el nombre de Jesús confiamos y hoy recibimos un hermoso mensaje que nos confirma que aquello que le pedimos de corazón -y que nos conviene- él lo providencia en el momento y tiempo perfecto. Elevemos los ojos confiados al cielo y abramos nuestro corazón al Señor expresando aquello que necesitamos.
En medio de tantas propuestas que nos ofrecen como camino de realización, a veces nos perdemos. La Sagrada Escritura nos recuerda hoy que solo Jesús es la fuente de la que mana el sentido verdadero de vida. Hoy la Palabra nos recuerda que es él, el camino, la verdad y la vida. Acudamos pues a él y no perdamos tiempo en otros caminos!
Los que acudimos a la Iglesia o participamos de algún grupo, a veces, pensamos que ya sabemos todo. En la lectura de hoy vemos que aún aquellos que convivieron con Jesús durante su vida terrena -su entorno más cercano- en ocasiones quedaban perplejos y no comprendían. Tengamos la mente y el corazón abiertos pues la propuesta del Señor cada día se renueva. Busquemos profundizar en el conocimiento de su voluntad.
Jesús, expuesto en cruz, es el signo de mayor amor que podemos recibir. Es el camino que nos lleva a la vida eterna pues con la sangre y el agua que brotaron del Señor, se nos abrió la posibilidad de regresar la vida de plena comunión con el Padre. Contemplemos hoy la cruz y en ella, renovemos nuestro sí a la vida de Hijos de la Luz.
En la vida pasamos por diferentes momentos, de hecho, el exitir lleva consigo sus altibajos, pero hoy la Palabra nos recuerda que estamos sostenidos. Aunque por momentos nos sintamos a la deriva, hay Alguien que nos sostiene y nos ayuda a levantarnos: JESÚS. Agarrémonos fuertemente de sus manos! Bendiciones!
Jesús, nuestro buen Pastor no solo dio sino que sigue dando su vida por cada uno de nosotros. Todos los día se ofrece en la Eucaristía como pan del cielo para ofrecernos vida, fortaleza y sanidad integral. Acudamos hoy a él, dejemos que su amor nos sane, nos transforme en fuentes de bondad y paz.
En el camino de la vida, nos encontramos con dificultades, con problemas o situaciones complejas. Ante ellas, como nos lo enseña Jesús, debemos pedir discernimiento y sabiduría para obrar según la voluntad de Dios. No nos detengamos, avancemos siempre pues el Señor está con nosotros. Bendecida jornada!
La gloria está destinada solo a Dios. A él le debemos toda honra y loor. Esa misma gloria que tienen el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Oremos hoy glorificando el nombre sobre todo nombre: JESÚS. Este nombre poderoso que nos trae paz y toda gracia. Feliz jornada!
Para ser de verdad considerados como discípulos de Jesús hay un criterio: la vivencia de su Palabra. En ella encontramos sanación, liberación, fortaleza para dar testimonio y sabiduría para responder a los desafíos cotidianos. Comprometámonos a leer y orar con la Palabra, ella es vida para nosotros. Bendecida jornada!
El camino hacia la salvación es el aceptar a Jesús como nuestro salvador, pues en él vencemos a todos los males, incluido la muerte. En esta jornada, reafirmemos nuestra fe en el Señor, coloquémoslo en el primer lugar y dejemos que nuestra fe se traduzca en obras concretas de amor y servicio. Bendiciones!
Paz y bien! En un mundo cada vez más acelerado, tantas veces actuamos por presión y terminamos equivocándonos. Hoy Jesús nos muestra lo importante de tomarse un tiempo para reflexionar y luego responder a las situaciones complicadas. Como nuestro Maestro, practiquemos la meditación, busquemos espacios de silencio y recogimiento antes de decidir algo importante o actuar. Bendiciones!
En su vida terrena, Jesús obró muchos prodigios: sanaciones, liberaciones, multiplicación de panes, caminó sobre las aguas y tantos más.
La Palabra de Dios nos trae una sentencia contundente para el día de hoy.
“Cuando Josése despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y tomo consigo asu esposa” Mt. 1,24En la SagradaEscritura, poco se menciona a San José. Pero él, así como María, tuvo la granmisión de acoger, proteger y educar al Niño-Dios. En medio de la crisis porabandonar todos sus proyectos, el propio Dios le envía un ángel, que loinstruye. Él, con su sí generoso, al despertarse obra según la voluntad divina.Y, desde ahí, no hubo marcha atrás. Asumió con todo el cuidado de María yJesús, siendo un padre ejemplar, un compañero, un protector. Como san José,también demos ese sí y enfrentemos con valentía los obstáculos que se nospresentan, sabiendo que no estamos solos pues Dios camina a nuestro lado, nossostiene y ampara. Que nuestro corazón sea tierra fértil para la voluntad delPadre y san José interceda por cada uno de nosotros. Paz y bien.