“La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos”. Mt 21, 42 Nunca debemos desesperarnos ante las dificultades ni pensar que todo está perdido, aunque sea muy grande nuestra derrota. Dios es bueno y maravilloso. Si nos entregamos a Él, Él nos sorprenderá y podrá transformar situaciones que parecían un verdadero caos en grandes oportunidades de crecimiento y de nuevas realizaciones. En la vida tendremos persecuciones, pruebas, rechazos, pero, si creemos en el Señor, afrontaremos todo con serenidad, púes sabemos que esta situación cambiará, pues Él tiene la historia en sus manos. Dios puede hacer maravillas aun en el desierto. Paz y bien.