5/9/2023

“Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído por un espíritu inmundo”. Lc 4, 33

La sinagoga era el lugar de oración, de escucha de la Palabra de Dios y de vivencia comunitaria de la fe. Por eso nos preguntamos qué hacía allí un hombre poseído por un espíritu inmundo. El hecho es que, en todos los lugares, si no estamos atentos, podemos dejarnos poseer por otros espíritus y en vez de ayudar a la unidad entre todos y a elevarnos a Dios, empezamos a generar divisiones, guerras y lejanía del Señor. Ojo, aun estando en la Iglesia, podemos estar siendo usados como instrumentos del maligno. La presencia de Jesús debe ayudarnos a estar atentos y a purificarnos de todo mal. Paz y bien.

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