“El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta”. Mt 10, 41 En la obra de la evangelización, todos deben colaborar. Hay personas que son llamadas a donarse completamente al servicio de la Buena Noticia de Cristo, pero también muy importantes son los que apoyan este servicio: acogiendo, sosteniendo, proveyendo todo lo necesario. Jesús prometió igual recompensa sea a los que son profetas sea a aquellos que los acogen. Prometió que ni un vaso de agua fresca dado a uno de sus servidores quedará sin la debida recompensa. Hoy cada uno debería preguntarse en qué medida esta él también colaborando en la difusión del Reino de Dios y qué más puede hacer. Paz y bien.