“El que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios” Jn 3,20-21 “El que no debe, no teme” dice una frase muy conocida que podemos asociar hoy al mensaje que nos trae la Palabra de Dios. Jesús, la fuente de luz infinita, nos invita a ser también portadores de esa luz, es decir, buscar actuar siempre con la transparencia y la seguridad de buscar obrar de acuerdo a la voluntad de nuestro papá Dios. De hecho, podemos equivocarnos -y es lo que muchas veces vamos a hacer- pero lo que no podemos hacer es obrar con hipocresía aparentando algo que no somos. Nuestra motivación para actuar siempre debe ser el amor, el bien y la verdad. Y cuando nos equivocamos, recapacitemos para volver al buen obrar. Paz y bien.
