4/6/2023

“Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él” Jn. 3,17

“Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él” Jn. 3,17 Cuando el Verbo tomó nuestra condición, vino con una misión muy especial: hacernos conocer el rostro del Padre. De hecho, toda la vida terrena de Jesús es una muestra de cómo es Dios y quién es él. Nos vino a mostrar también cómo es el modelo de persona que soñó nuestro Padre al crearnos. En Jesús vemos el modelo perfecto de respuesta al deseo de Dios. Él vino, sobre todo esto, para ofrecernos el camino de vuelta al cielo: la salvación y vida eterna. Al pensar en el Señor no lo veamos como un juez implacable que vino para condenar. Recordemos que el criterio de juicio que utiliza Dios, siempre es el Amor. Dejémonos amar y amemos. Paz y bien.

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