“Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz” Jn 10,4 Hoy, domingo del buen Pastor, la Palabra nos recuerda nuestro lugar de discípulos. No podemos ir por delante, sino que, reconociendo a Aquel que nos lleva hacia la voluntad del Padre, como ovejas que reconocen a su Pastor, debemos caminar siguiendo sus pasos. ¿Y cuáles son los pasos que dio nuestro Pastor? El de la entrega generosa, el de un amor profundo e incondicional hacia todos, el de una vida de oración íntima que crea comunión con el Padre. Al mirar hoy a nuestro buen Pastor, tengamos el corazón agradecido por su providencia, por su cuidado y amor. Pero, sobre todo, seamos ovejas dóciles. Escuchémoslo. Sigámoslo. Ayudemos a que también las otras ovejas caminen por las sendas por las que el Pastor nos lleva. Jesús, Pastor bueno y amoroso, ayúdanos a seguirte más de cerca. Danos la gracia de amarte cada vez más. Paz y bien.
