Uno de los grandes enemigos de Dios en el mundo es el miedo, pues él revela la debilidad de la fe y paraliza a las personas o las hunde en el mar de las dificultades. De hecho, una de las frases más repetidas por Dios a los que Él llama es: “No tengas miedo, Yo estaré contigo”. Cuando Dios me da una misión, no tengo por qué temer, sino que, con confianza, debo entregarme a ella. Nadie puede perder el talento que Dios le dio por utilizarlo; al contrario, su uso lleva sí o sí a multiplicarse. No tengas miedo. Paz y bien.