“No se extrañen de esto: llega la hora en que todos los que están en el sepulcro oirán su voz”. Jn 5, 28 ¡Qué bella profecía! Nos hace recordar cuando Jesús llamó a Lázaro del sepulcro. Más allá de los muertos físicos, hay también muchos que están sepultados en el odio, en los vicios, en los celos, en el egoísmo, en el materialismo, en la lujuria… A cada uno de estos, Jesús también les llama por su nombre para que se despierten de esta muerte y salgan del sepulcro. Que, por la fuerza de tu Santo Espíritu, Señor, en verdad, todos los que están en estas sepulturas puedan escuchar tu voz. Paz y bien.